domingo, 2 de diciembre de 2012

Partir de Alahide


No hay nada de rectitud en mí,
empezando por mi tabique que ya llegando a su final, decidió torcerse.
El pelo, lugar boscoso
giros que esconden la selva de mis ideas,
torcidas en apariencia y esencia

Los pechos, 2 copas siempre llenas
brindando cada quien para su lado

Mi corazón
naciente
cataratas de sangre
llegando a mi sexo siempre a deshoras, en fechas retorcidas

Mis manos
la izquierda cierra el puño
la derecha acaricia en secreto
la izquierda golpea la mesa La derecha tapa la boca llena de verguenza.
Mis pies, uno se detiene y el otro baila.
Mis afectos, uno quiere, el otro teme. Este espejo del baño siempre torcido
dice que soy esta de nariz,
este pelo
estas ideas
estos pechos
estos pies
este corazón
este afecto
todo torcido
torcido siempre.
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domingo, 21 de octubre de 2012

Por hoy

Afortunadamente sigue la vida, como una lagartija que cae del techo al suelo, y me ubica.

Estos días de ciudades pequeñas, de frío y calor, y excesos de calor, de caminar calles nuevas y escuchar acentos distintos, de regresar a lugares conocidos de volver a hospedarme en hoteles abandonados, de memorias de guerra, de chicos de calle y chicos de mansión, de revisiones de historias que me han dado tanto que contar y a la vez me han llenado de un silencio sepultural, estos días en que no sé decidirme y por eso me lanzo.

Han sido días de olvidarse del re-corrido y enfocarse en el andar. He optado por perderme por gusto, sólo así he dejado de tener problemas con las direcciones.

Ando tranquila, porque no cargo con nada ni siquiera con nadie ya, por suerte en los últimos días me peso menos, y aunque la balanza diría lo contrario, me importa muy poco, soy conmigo como siempre he sido, una mujer panza afuera.

Me levanto y me acuesto liviana, recorro los mercados, me siento debajo de un árbol a llorar con un libro, soy esta mujer que camina al lado de un perro invisible  que le ha vuelto a mover la cola a la vida, por hoy.