lunes, 19 de octubre de 2020

Poema a destiempo

No te rompás la cabeza conmigo
soy un dinosaurio que pide exclusividad.

Hay miles de chicas descomplicadas
que hablan del amor en tu polí-idioma
políglotas del amor
que lo traducen cada día como algo diferente
o a veces ni lo nombran
porque el amor
ese invento
fuchi
opresión.

Le apuestan a lo "libre y abierto"
pero la ilusión de libertad sigue presa
detrás de cada pecho oprimido
por lo no dicho.

Coincido con ellxs
en que, en efecto, el amor no es lo que nos enseñaron.
Ni lo que arañamos, empujamos y lamemos como a un dulce
cuando creemos hacerlo
como si el amor se hiciera
a partir nuestro
¿te imaginás? tan fácil
como la proximidad de dos cuerpos.
 
Ni encontrándose todos los cuerpos del mundo
al mismo tiempo
haríamos
el/al amor.

En cambio
humilde y bastante
torpemente
las veces que hablo y me aproximo al amor 
lo hago como a algo sacro 
y a la vez natural, mundano
no obstante, 
casi nunca ha implicado a una pareja
sucede cuando sin más testigos que el tiempo
detallo en la existencia de cosas abstractas
como el viento que golpea la ventana
hasta que la abre y lo inunda todo
como la hondura de una montaña
o la paleta de colores de un pájaro
como el mar
como la mariposa que vive siendo belleza
hasta que se me ocurre la estúpida idea
de querer atraparla.
Y, sin embargo,
sé que no le llego
porque el amor
mariposa
vuela más rápido
por dicha.

Todo eso está ahí, existiendo
sin mí, sin vos, sin nosotros
sin nadie. 
Eso es lo que quería
decir desde el principio
pero el amor
esa palabra.
 
Entonces, amor, complemento:
el amor es
pese a nosotros
la diferencia es que en pareja
yo puedo verlo junto a vos
disfrutarlo
o relatártelo
aunque nunca llegue a abarcarlo
porque el amor, es eso
lo inatrapable, lo inabarcable
lo indecible.
Y todo lo demás.